La única fábrica industrial de cerveza en Madrid está en San Sebastián de los Reyes.

En el bullicioso corazón industrial de Madrid, late un centro cervecero único: la fábrica de El Águila en San Sebastián de los Reyes. Esta instalación representa la última producción industrial de cerveza en la capital, donde una tradición de 125 años se fusiona con la tecnología para dar vida a uno de los íconos líquidos de la ciudad.

La historia de esta fábrica se remonta a sus inicios en la calle General Lacy, cerca de Atocha, donde la malta llegaba en tren en épocas pasadas. Sin embargo, debido a su crecimiento, la producción se trasladó a su ubicación actual. El maestro cervecero Pablo Ruíz nos guía por los entresijos de la planta, revelando el secreto de la receta: cuatro elementos fundamentales. Una malta de cebada, una malta caramelo para un toque especial, el agua de Madrid que resulta ideal para la cerveza, el lúpulo de León que aporta amargor y aroma, y la levadura original de la casa que da carácter a la cerveza.

El proceso de producción es un ballet de precisión que comienza en los molinos, donde se muele la malta para luego pasar a la caldera de maceración, donde se extraen los azúcares. Tras la filtración, el mosto claro llega a la caldera de cocción, donde se añade el lúpulo. Finalmente, el líquido dorado fermenta en los tanques durante diez días, antes de ser envasado y listo para satisfacer la sed madrileña.

La cerveza de Madrid encuentra su maridaje perfecto en las tapas más castizas. Eventos como Tapapiés ofrecen 92 tapas en el Mercado de San Fernando, el Mercado de Antón Martín y los bares de la zona, creando una sinergia ideal con la cerveza local. La combinación de tapas madrileñas con cerveza de la región es un binomio que encaja a la perfección, deleitando a los paladares de locales y visitantes por igual.

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